De conformidad con las nuevas directivas impartidas por el CONCYTEC, para validarte la publicación de un libro, tan sólo te permiten que lo hayas publicado en una editorial acreditada por el CONCYTEC. Y obviamente, esa editorial tiene que sujetarse a los protocolos impuestos por el CONCYTEC.

Cuáles son esos protocolos: te tardarán no menos de cuatro meses para responderte si tu manuscrito vale o no vale, de acuerdo a los criterios "académicos" impuestos por los evaluadores. Peor aun: si descubren un mínimo auto-plagio, te lo rechazarán el manuscrito. Eso quiere decir, que una nueva edición de tu obra que quieras publicar, modificando ligeramente tu edición anterior, no te lo permitirán, por considerarlo "auto-plagio". Me pregunto: ¿quién evalúa a los pares evaluadores? ¿quién evalúa a SCOPUS? ¿cómo fueron designadas en sus cargos las autoridades de SCOPUS? El investigador está sólo para obedecer normas impuestas, jamás para decidir ni para proponer directivas.

Peor aun: una editorial acreditada, no te edita un tiraje menor a 100 ejemplares. Qué vas a hacer con cien ejemplares en tu casa: te vas a ver obligado a mendigar de librería en librería para suplicarles a que te lo vendan, y por último, nunca te van a pagar. Suponiendo que tenga usted dos libros para publicar, tiene que desembolsar no menos de seis mil soles. Suponga que usted es un profesor universitario jubilado, de la ley 19990: su pensión mensual es poco más de 800 soles. ¿cómo podrá usted sufragar los gastos de la edición de un libro en una editorial acreditada por el CONCYTEC?: le sería imposible.

Más aun: una editorial autorizada por CONCYTEC no le acepta un tiraje inferior a 200 ejemplares. Le llenan su casa con un tiraje de doscientos ejemplares, y se verá obligado a recorrer de librería en librería para ofrecerlos. Nuevamente tendrá usted que mendigar de librería en librería para que le paguen por sus libros. 

Una editorial autorizada por el CONCYTEC, no tardará menos de cuatro meses en evaluar su manuscrito, por pares, y según las directivas de SCOPUS. Luego, si no impone correcciones a la medida del gusto de SCOPUS, tardará otros cuatro meses en editarlo. Total, ocho largos meses que usted tiene que esperar (eso, si tiene la suerte de que su manuscrito sea aprobado). Pero cuál es la realidad que vive el investigador en un país atrasado como el nuestro: está sometido a los plazos que le impone su institución: para ser profesor "extraordinario", para un asenso, para una ratificación, una vez que sale la convocatoria, le dan al aspirante un plazo de CUATRO DÍAS para que presente su expediente; esto, para un docente que está esperando ocho meses para que le publiquen su libro. Por lo tanto, la directiva de CONCYTEC de que para que puedan validar un libro del investigador, tiene que haber sido editado por una editorial autorizada por el CONCYTEC, no se condice con las trabas que tiene que afrontar el investigador en un país burocrático y de miseria moral como el nuestro.

Si usted, angustiado por su pobreza o apremiado por el limitante plazo para presentarse a algún concurso, opta por una editorial no acreditada por CONCYTEC, esta institución se lo rechaza su libro: no por su calidad, no por su rigor académico, sino simple y llanamente por no haber sido editado por una editorial reconocida por CONCYTEC.

Esto es someter el valor del talento y de la creatividad del autor, a sus posibilidades económicas. Es falta de sentido realista. Es una imposición que no resiste la menor crítica moral y ofende a la inteligencia.

Peor aun, en el caso de los artículos publicados: CONCYTEC  toma como referentes para la evaluación, SCOPUS o SCIELO. Las vallas que imponen estas bases de datos son sumamente elevadas, y peor aun, sesgadas: los pares anónimos que evalúan la calidad de los artículos, prefieren la erudición, contra la creatividad: para los evaluadores de las revistas indexadas, y los pares de SCOPUS o SCIELO, un artículo de divulgación de ideas ajenas, erudito, meramente hermenéutico, vale más que un artículo original y creativo. En consecuencia, si usted es creativo y envía un artículo a una revista inscrita en estas bases de datos, lo más normal es que tenga usted que esperar medio año, para que le respondan que su artículo ha sido rechazado (pero sí aceptan el artículo mediocre, hermenéutico, por ser erudito). El nivel académico de un artículo no puede medirse por la erudición y el rigor argumentativo solamente, sino además, por la creatividad. Más aun, la creatividad puede suplantar a la erudición, dado el esfuerzo y tiempo que supone. Nada de esto es tomado en cuenta por SCOPUS o SCIELO. Por eso es que SCOPUS y SCIELO, han caído en el descrédito ante los investigadores serios.

Aun peor: la élite de CONCYTEC coloca como referente máximo para calificar un artículo, una base de datos que es SCOPUS. Es el caso que todas las revistas que pertenecen a esta base de datos, son del área de ciencias naturales: medicina, fisiología, física, química. Un investigador que produzca un artículo de otras áreas del conocimiento, o tiene acceso a SCOPUS. Por si fuera poco, todas las revistas pertenecientes a SCOPUS, están en inglés. Partiendo de ahí, ´para un investigador de habla hispana que no sea del área de ciencias naturales, le está vedado el ser calificado en el rango de SCOPUS. Esto ya es una escandalosa discriminación, propia de cretinos. Además, SCOPUS es una entidad extranjera. Erigirla como referente de investigadores hispanohablantes, refleja el sentimIento de inferioridad de los directivos de CONCYTEC, que creen que el extranjero nos supera, y no son capaces de valorar lo nuestro.Hay en Perú, investigadores creativos no-hermenéuticos. ¿Por qué se pretende que se sometan a protocolos y paradigmas tomados de otros países? Esta baja autoestima es propia de los autócratas del CONCYTEC.

Perú no es Stanford ni La Sorbona. Perú es mediocridad institucional, corrupción, inversión axiológica,  hambruna, y todo eso gravita en el investigador. Los directivos de CONCYTEC, o no saben lo que es investigar en estas condiciones porque nunca han investigado, o viven en otro planeta. Pese a esta mediocridad, hay en Perú investigadores geniales, originales, creativos, y que no se ajustan a los protocolos impuestos por el CONCYTEC

Estamos de acuerdo con que se optimice el nivel de las investigaciones. Pero esto no se logra imponiendo medidas punitivas y disuasivas. Somos un país sub-desarrollado en el que el investigador se halla afectado por todas las consecuencias de un sistema social burocrático, corrupto, anómico, y en condiciones de indigencia material. El estado les adeuda a los investigadores, la homologación de sus haberes establecida por ley, desde hace más de treinta años, y a los docentes universitarios jubilados los condena a una pensión inhumana de 800 soles mensuales. La valla que ponen la gente de CONCYTEC, es plagiada de los países altamente desarrollados, cuyos investigadores viven otra realidad y son respetados.

Si el CONCYTEC honestamente quisiera superar el nivel de las investigaciones, no debiera sepultar y liquidar al investigador en una ruma de imposibilidades: debiera dar medidas estimulantes que fomenten en él la inquietud por investigar. En esta republiqueta de la corrupción y la injusticia social, el solo hecho de investigar, ya representa un acto de sacrificio. ¿Quieren optimizar la investigación? muy bien, pero que valoren los esfuerzos que supone la creatividad en el investigador, por sobre la erudición. Además, que propongan una valla realista. No estamos en Stanford ni en la Sorbona. ¿Quieren optimizar la investigación? : obliguen al estado peruano a pagarles a los profesores universitarios la homologación adeudada durante tres décadas. Por ahí debieran empezar.

Peor aun: estas medidas restrictivas tomadas por el CONCYTEC no derivan de una consulta a los investigadores: nacen de un club de amigos designados a dedo. En el país, somos decenas de investigadores. ¿Alguna vez se nos convocó para participar en los reglamentos y pautas? ¡¡ jamás!! Los investigadores jamás fueron consultados. ¿Quién los designó a los miembros del Consejo Directivo del CONCYTEC? ¿Fué la designación, por lo menos, resultado de un concurso de méritos?: no. Fueron designados a dedo. Total, ese Consejo Directivo es un club de amigos que imponen lo que a ellos les parece correcto. A los investigadores se nos toma como gentes hechas solamente para obedecer órdenes, pero jamás para decidir directivas: se nos cosifica e instrumentaliza según los caprichos de una élite soberbia e  inmoral. Como bien decía Chomsky, la élite está para dirigir; la élite estima que los de abajo somos gentes incapaces de dirigir y que solamente estamos para obedecer. Esto es  autocracia, dictadura, inmoralidad. Por lo tanto, esto es una imposición que los investigadores honestos y dignos, deben de rechazar. ¿Tiene  autoridad moral para imponer normas, una entidad cuyo consejo directivo ha sido designado sin concurso y "a dedo"?: obviamente que no.

Invito a los investigadores de Perú, no a los serviles, genuflexos, oportunistas y rastreros, sino a aquellos que se respetan a sí mismos, conscientes de su dignidad, a que se plieguen a esta mi opinión, y publiquen en este u otros espacios su protesta frente a esta dictadura autocrática ejercida por un club de amigos llamada CONCYTEC.